
Dime que si te doy la espalda contaras los lunares que te quedan para alcanzarme, que no me dejarás marchar, que aunque me corte el ombligo sabrás encontrar donde nacen mis ideas y las grabarás en una de esas cintas viejas para que nadie las pueda escuchar, porque son tuyas y mías, solo tuyas y mías..
Y algún otro 2 de diciembre cuando el corazón apriete y los pájaros vuelvan a volar echaré de menos el saber esperar, las cornisas vacías, las ganas de susurrar insensateces en tu oído, y algún que otro beso furtivo cuando nadie sabia mirar.
Dame un abrazo vacío, medio cojo y desgarrado, que no sepa caminar, que mi alma encaprichada, cansada de ver despistes de los que huelen a cicatrices, lo guardará en su regazo, en su nana de mar…
Laura Boalan ~






