
Y te voy a echar de menos, te voy a echar de menos, y voy a convertirme en hielo para cuando llegue el verano derretirme y correr en forma de río hasta tus párpados sombríos, hasta tus pupilas descoloradas, de tantos pensamientos negros que pueblan tu alma.
¿Sabes el sabor de este sueño? Es un poco ácido, como los limones, pero fresco, sabe a mañana temprana buscando quesitos frescos, sabe a mermelada en la tostada, sabe a deshielo carnavalero, y a todas las cosas insanas que invaden mi cuerpo, sabe a que nos vamos a escapar cuando llegue enero, el próximo enero nevado, el próximo lunes sin cielo.
Me pides un cuento y yo te lo cuento, pero siempre me lo invento, y tu quieres realidad
y a mi me gusta volar sin techos, con las alas bien grandes, como planeadores de acero.
Te pones taciturno y me esquivas y entonces siento que estas lejos, que me miras desde millones de años luz aunque este rozando tu cuerpo, ¿no te resulta extraño tanto revuelo? De la mota de un polvo puede nacer una montaña, de una gota un aguacero.
Pero tu eres un romántico, y tienes permiso para serlo, yo soy la roca que choca contra el viendo y se sacude, solo un par de milímetros, cuando no hay mas remedio.
Te voy a echar de menos.
- Laura Boalan -
